Terrarios, pequeños jardines
¿Sabías que los terrarios se descubrieron de manera accidental? Así es, el doctor inglés Nathaniel Bagshaw Ward, quien entre otras cosas era aficionado a la botánica, decidió colocar una crisálida de mariposa y un poco de tierra dentro de un recipiente cerrado de cristal para poder observar su eclosión, mientras llevaba a cabo estas observaciones, notó que las semillas y esporas que se encontraban en la tierra comenzaron a crecer, por un tiempo pensó que al no tener aire, las nuevas plantas morirían, las mantuvo en observación durante cuatro años y con gran sorpresa descubrió que siguieron creciendo, convirtiéndose en helechos y hierbas.
Durante la época en que hizo estas observaciones, en Inglaterra con las fábricas, el aire estaba muy contaminado y los helechos que el doctor tenía en su jardín no prosperaban, así que con su descubrimiento comenzó a colocarlos dentro de estos recipientes y siguió con sus investigaciones mandando construir cajas con ciertas características, hasta lograr el resultado deseado.
Pronto estos terrarios empezaron a conocerse como Cajas de Ward, su creación fue muy valiosa para el mundo, gracias a ellas podemos conocer una gran variedad de especies, ¿te imaginas transportar una orquídea desde su lugar de origen hasta otro país, sobreviviendo varios meses en un barco, con poca agua potable y varios cambios climáticos? Es complicado ¿cierto? Con la ayuda de estas cajas se pudo llevar de un continente a otro varias especies de flores, plantas y árboles y así poder estudiar su comportamiento e incluso reproducirlas.
La primer prueba que realizó Ward para transportar unas plantas, la hizo enviando una caja desde Inglaterra a Sidney, Australia, hoy en día con la facilidad que tenemos para transportarnos de un país a otro, este tipo de viaje puede parecer insignificante, pero en su época el barco tardó medio año en llegar a su destino, el experimento fue todo un éxito. Dentro de las cajas las plantas sobrevivían aun sin regar, ya que por el día las plantas tomaban agua del suelo y por la noche la excretaban, el agua se condensaba en la caja y bajaban por las paredes al día siguiente, llegando a la tierra de nuevo, así es como funciona un terrario, creando un ambiente agradable que protege a las plantas del exterior y les permite ser autosuficientes.
En la actualidad podemos encontrar terrarios en diferentes tamaños y formas, con una gran variedad de plantas en su interior, cuidarlos es muy sencillo:
Hay que colocarlos en un lugar con mucha luz sin que les dé el sol directo, ya que las plantas pueden quemarse, una buena opción es cerca de una ventana.
Regarlos con poca agua cada 3 o 4 meses, hasta que la tierra se note húmeda, es preferible que tenga poca agua y no excederse, pues al no tener drenaje las plantas pueden pudrirse.
Regarlos con poca agua, que apenas se vea húmedo.
Es aconsejable destapar el terrario 3 veces por semana para que se ventile, en especial si se nota un exceso de agua condensada en las paredes, durante la noche es normal que el agua se condense y el terrario se empañe, en el día el vidrio debe aclararse solo, si esto no ocurre es necesario destaparlo con mayor frecuencia.
Hay que destaparlos para que se ventilen.
Terrario muy empañado o con exceso de agua.
Si alguna plantita está creciendo mucho, tanto que se sale del recipiente, se puede cortar un poco, sólo hay que asegurarse de desinfectar con un poco de alcohol las tijeras antes de realizar el corte.