Sakura, la flor que enamora a los japoneses
Pero ¿qué tiene esa pequeña flor que tanto gusta? Además de su innegable encanto, hay otros motivos por los que tiene tantos admiradores, uno de ellos es que simboliza la belleza y la fragilidad de la vida.
Para los japoneses, la floración de los cerezos es un momento muy significativo, pues anuncia la llegada de la primavera, durante esos días, aprovechan para reunirse con su pareja, familiares, amigos o compañeros de trabajo, para disfrutar de un día de campo en parques y jardines debajo de los árboles de cerezo y juntos contemplar los maravillosos escenarios que la flor de cerezo va creando, a estos días de fiesta se les conoce con el nombre de hanami, que significa ver flores o bien contemplar flores, es un momento agradable donde todos se divierten.
Este festival tiene tanta importancia para ellos que en las noticias dan el pronóstico de en qué región abrirán las primeras flores, algunas personas llegan una noche antes para apartar el mejor lugar debajo de los árboles, el festejo puede durar todo el día y en la noche los árboles son iluminados creando otra atmósfera, al festejo de noche se le conoce como yozakura o cerezos de noche.
¿Por qué tanto revuelo por ver florecer a un árbol? Bueno, si consideramos que estos árboles pasan la mayor parte del año sólo con hojas, en invierno pierden todo follaje y durante la primavera su flor dura dos semanas aproximadamente, es fácil de entender la fascinación que generan, además, en Japón los árboles se encuentran juntos a lo largo de caminos o en jardines. En lo personal, me agrada la idea de que sea todo un acontecimiento detenerse un poco a contemplar la naturaleza, espero tener la alegría de vivir la experiencia de un hanami, ¿a ustedes les gustaría? Imagino que sí.
Como estamos en el tiempo en el que empiezan a florecer los cerezos, decidí buscar en la Ciudad de México un lugar donde poder apreciar su belleza, encontré que en la Asociación Mexico Japonesa, A. C. tenían sembrados varios de estos árboles, así que decidí asistir aprovechando los días de descanso para conocer el lugar.
Una vez que llegué, fue un poco diferente a lo que había imaginado, aún así, el lugar es hermoso y noté que aunque algunos árboles estaban muy pequeños, tenían flores, si quieres llevarte un cerezo a casa, tienen árboles de cerezos a la venta, sólo es cuestión de tener un espacio donde pueda desarrollarse.
En la Asociación también puedes probar comida japonesa, ya que cuentan con un restaurante, además tienen varios cursos que pueden ser de interés, en fin, durante mi visita capturé algunas imágenes que espero les gusten.
Inspirada por lo que aprendí de este festival, quise hacer mi versión del hanami, fui a comprar varas de flor de cerezo para realizar un arreglo, encontré unas muy lindas y pensando en lo delicada de la flor busqué otras que pudieran acompañarlas, hallé unas mini gerberas con un tono rosa al centro, después encontré unas pequeñas flores, la señora que me las vendió me dijo que se llaman nubelinas, aunque yo las conozco por nube o gypsophilia rosa, de cualquier manera me gustaron y las compré y este es el resultado.